miércoles, 18 de diciembre de 2013

Mi niño tarda en hablar, ¿Qué debo controlar?

¿Cuándo empezará el niño a pronunciar las primeras palabras? ¿Y cuántas palabras debería saber en las distintas etapas del crecimiento? Cada niño tiene su propio ritmo. Así puedes valorar sus progresos.
Uno de los aspectos del crecimiento que más preocupa a los papás es el lenguaje, que, algunas veces, parece manifestarse con retraso respecto a las etapas que se consideran “normales”. Puede darse el caso de que el bebé, con un año y medio, pronuncie pocas palabras y se exprese preferentemente con gestos, mientras que el hijo del vecino, a los 13 meses, ya “charle” sin parar. 

Alarmarse es comprensible, pero, en la mayoría de los casos, la preocupación está injustificada. 

Sin embargo, hay en algunos casos en los que los niños al llegar a cierta edad siguen sin hablar pero con causas justificadas. Aquí os dejamos una página web en la cuál se os explican cuales son los motivos de que tu bebé siga sin hablar.

¿Cómo limpiar los mocos de mi bebé?

Los bebés tienen prácticamente mocos todo el invierno. Aunque se resistan (no es algo agradable) es aconsejable quitárselos para evitar problemas posteriores. Te explicamos cómo y cuándo hacerlo.

Los bebés son propensos a los resfriados y se les tapona la nariz en seguida. El exceso de mucosidad entorpece su respiración y le molesta al comer y dormir.

Un ambiente algo húmedo les ayuda a descongestionarse. Los humidificadores son útiles, ya que las calefacciones secan mucho el ambiente.

Aunque el bebé pase un mal rato cuando le quitamos los mocos, es imprescindible hacerlo. Si los mocos se infectan, pueden producirles sinusitis, otitis, faringitis...

¿Cómo le quito los mocos al bebé?

La nariz del bebé, se despeja con un lavado nasal. Primero hay que acostar al niño boca arriba, girarle la cabeza hacia un lado y aplicarle un suero fisiológico para humedecer las fosas nasales.

Después hay que sacarle las secreciones. Existen varios métodos:

Aspirador nasal de cánula

Es lo que mejor funciona en los bebés pequeñitos. Primero se pueden echar unas gotas de suero fisiológico en las fosas nasales. Después se coloca un extremo de la cánula en la fosa nasal y el otro en la boca del adulto. Acto seguido se aspira. Las secreciones se quedarán retenidas en medio del tubo.


Aspirador nasal ergonómico (perita)

Es algo menos eficaz que la cánula porque la nariz de los bebés es muy pequeñita y a veces la perita no logra hacer el vacío necesario para aspirar los moquitos. Es muy fácil de usar. Primero se aprieta el bulbo de goma, se introduce en una de las fosas nasales y, una vez dentro, se suelta poco a poco. Hay que procurar tapar la otra fosa nasal (apretando la nariz) para que la presión realizada sea mayor.


Pinzas nasales

Existen unas pinzas especiales para quitar los mocos secos. Tienen un tope de seguridad que impide introducirlo demasiado en la naricita del bebé. No son imprescindibles, pero a veces puede venir bien.

Los bastoncillos están desaconsejados, porque podríamos hacer daño al niño al no calcular bien hasta dónde lo introducimos. Si tiene un moquito seco, lo mejor es utilizar la pinza nasal o un dedo (con mucho cuidado).

¿Cuándo hay que quitar los mocos al niño?

  • Con tres o cuatro veces al día suele valer. No hay que obsesionarse ni estar continuamente quitándoles los moquitos , porque podríamos producirles alguna herida en la nariz o una pequeña hemorragia.
  • Si simplemente notamos una especie de ronquido provocado por unos pocos mocos pero el niño está alegre, come bien y duerme bien, entonces hay que dejarlo como está. Significa que los mocos no le molestan.
  • Cuando sintamos al bebé incómodo. Los bebés tienden a vomitar más fácilmente que los adultos y, muchas veces, los mocos les provocan náuseas.
  • Antes de dormir. Los bebés respiran el 90% del tiempo por la nariz, aún no tienen demasiado pronunciado el reflejo de respirar por la boca. Por eso, cuando están dormidos y los mocos les provocan una sensación de ahogo (les llega menos oxígeno al cerebro) se despiertan llorando.
  • Antes de comer.  Al tener la boca tapada por el pecho o por el biberón, no podrán respirar con total normalida. Por eso, cuando tienen muchos moquitos y les molestan, suelen comer menos y también suelen vomitar más.
Si quieres ver la mejor técnica para limpiar los moquitos de tu recién nacido mira este vídeo del enfermero Adolfo Ibáñez, fundador de bebesyenfermeria.net


Todo sobre los loquios

Tras el parto se produce un sangrado que se conoce con el nombre de LOQUIOS. Es una mezcla de sangre y restos del revestimiento del útero que se han formado durante el embarazo. Respondemos a algunas dudas sobre loquios:

¿Con cesárea también hay loquios?
Tras el parto siempre se sangra, aunque haya habido cesárea. Las secreciones hemorrágicas (loquios) limpian el útero y la vagina.

¿Cuánto duran los loquios?
Duran de 15 a 30 días y disminuyen hasta desaparecer espontáneamente.
Los primeros días, las secreciones son de color rojo intenso y es normal expulsar algún coágulo; después adquieren un tono marrón y, a la semana, se vuelven amarillas o blanquecinas.

¿Y si sangro demasiado?
Si el sangrado es demasiado abundante, se vuelve de repente rojo intenso o desprende un olor fuerte, hay que ir al médico para descartar una infección.

¿Puedo utilizar tampones?
Durante la cuarentena es mejor evitarlos para prevenir infecciones. Se aconseja emplear compresas de algodón y cambiarlas a menudo.


 La matrona Gema Magdaleno del Rey resuelve en este vídeo nuestras dudas sobre los loquios en el posparto: cómo evolucionan, cuánto duran o qué tipo de compresas y ropa interior usar:


La escala de Brazelton para evaluar el comportamiento de tu bebé

Los bebés al nacer ya han vivido durante nueve meses y sobre todo en la última etapa del embarazo han recibido estímulos muy diversos. Por ello cuando nacen ya tienen determinados comportamientos, “conductas espontáneas”. La escala neonatal de Brazelton es un instrumento de evaluación creado por Terry Brazelton, pediatra estadounidense, en 1973.
Este pediatra y sus colaboradores pretendían valorar la calidad de respuesta del niño y la cantidad de estimulación que necesita. Para ello, tiene en cuenta patrones visuales, motrices y auditivos.
La idea central de Brazelton es que el neonato es un ser competente y activo, capaz de responder a los estímulos del entorno, y destaca el valor significativo y predictivo de la evaluación de sus respuestas conductuales. La escala que lleva su nombre es una de las más indicadas tanto para la detección temprana de déficits como para la detección de sus capacidades emergentes.
Dado el carácter interactivo del test, se ha constatado también su utilidad para favorecer el vínculo entre el recién nacido y sus padres, mejorando así el desarrollo del niño.
La escala de Brazelton es una técnica de evaluación interactiva que suele aplicarse a los tres o cuatro días después del nacimiento del niño, pero no es obligatorio que lo realicen los centros de salud u hospitales.
No es comparable con el test de Apgar, que evalúa variables como frecuencia cardíaca, respiración, color, reflejos y da un índice al minuto de nacer, comparándolo con los 5 minutos posteriores. La escala neonatal de Brazelton evalúa más variables y de forma cualitativa.

Fases de la escala de Brazelton

La escala de Brazelton incluye dos tipos de ítems, 35 conductuales y 18 reflejos. La escala se aplica diferenciadamente en momentos de vigilia o de sueño, e incluye las fases o apartados siguientes (su enumeración y agrupación varía según las distintas revisiones de los autores):
  • Sistema nervioso autónomo: integra las funciones básicas del organismo, regulación de la respiración y de la temperatura.
  • Sistema regulador del estado: es la capacidad del neonato de regular sus estados de conciencia. Por ejemplo, el mecanismo de habituación evalúa la disminución de respuesta. Pretende que el niño sea capaz de seguir durmiendo pese a la presentación de ligeros estímulos (luz, táctil, sonido, destapar las sábanas…).
  • Motor-oral: el objetivo es evaluar los reflejos de succión, pie y búsqueda del niño. También evaluar el tono muscular de brazos y piernas y el tono muscular plantar.
  • Troncal: tiene el objetivo de evaluar aspectos tales como desvestirse, reflejos motrices… Acciones: evaluar la presión palmar, la incorporación provocada (tirando del niño para que ejerza fuerza y se incorpore), reflejos de escalón, enderezamiento y marcha.
  • Vestibular: pretende evaluar la manipulación, estimulación y reflejos. Acciones: evaluar movimientos defensivos (usando los estímulos que se utilizaron en la fase de habituación), el reflejo tónico del cuello y el reflejo de moro.
  • Social-Interactiva: esta fase tiene como objetivo evaluar la orientación y estimulación de la conciencia. Acciones: evaluar la orientación visual-animada (una persona) y visual-inanimada (un objeto en movimiento); evaluar la orientación auditiva animada (persona, palabras dirigidas al niño) e inanimada (objeto que provoca sonidos); evaluar la orientación visual y auditiva (simultáneas); evaluar la capacidad de ser consolado (¿se consuela él mismo, dejando de llorar, o es necesario que acuda uno de los progenitores?).

Gracias a las investigaciones de Brazelton, y en especial a los resultados obtenidos en la fase social-interactiva, hace años que se puso en evidencia que existen algunos comportamientos sociales del bebé y que cuanto más contacto tiene, mejor crecimiento y desarrollo.
El test muestra, entre otras cosas, cómo el bebé reconoce la voz de su madre, le encantan los rostros humanos y le llaman mucho más la atención que los objetos inanimados. También prefieren las voces humanas frente a cualquier estímulo auditivo.
En definitiva, la escala de Brazelton para evaluar el comportamiento del recién nacido ofrece resultados interesantes y puede servir para detectar deficiencias que se tratarían tempranamente.

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