viernes, 29 de noviembre de 2013

¿ Qué es la amniocentesis y en qué consiste?



El líquido amniótico en el que flota el feto durante el embarazo contiene una gran cantidad de células fetales: las que se han desprendido de su piel, pero también células del intestino y de los riñones, porque el bebé vierte sus excreciones en este fluido. La amniocentesis es una de las pruebas más utilizadas para analizar todas estas células que flotan en el líquido amniótico y así determinar si el feto presenta algún tipo de irregularidad cromosómica.







La AMNIOCENTESIS consiste en la extracción de liquido amniótico mediante una punción con una aguja a través de la pared abdominal de la madre, atravesando la pared uterina y la bolsa amniótica para llegar al líquido amniótico. La intervención se controla mediante ecografía, así se dispone del control visual del recorrido de la aguja en el interior del cuerpo materno, la posición de la placenta y el lugar que ocupa el feto en cada instante de la prueba. El médico recoge entre 20 y 25 mililitros de líquido, de donde extraen y analizan los cromosomas.



¿Cuándo se aconseja realizar esta prueba?

Realizar un procedimiento invasivo como una amniocentesis debe ser una decisión en la que se deben de considerar los riesgos y la necesidad de realizar la prueba. Se recomienda realizar una amniocentesis cuando se detecta una malformación fetal por ecografía, debido a una posible asociación entre malformación y cromosomopatía. También se considera indicado cuando el resultado del triple screening se considera de alto riesgo (es decir, si el riesgo es superior a 1/250).
Otras indicaciones podrían ser en el caso de haber tenido un antecedente de un hijo o feto afecto de una anomalía cromosómica o cuando los padres son portadores de una alteración cromosómica.










Los beneficios de la leche materna

                                                                  "La leche materna está especialmente diseñada para el bebé, por lo que es el mejor alimento que una madre puede ofrecerle a su hijo durante los primeros meses de vida."
Además de alimentar al bebé y darle los nutrientes que necesita para su crecimiento, la leche materna estimula el vínculo madre e hijo cuando el bebé está siendo amamantado
Existen casos debido a alguna condición en específico en los que la madre se encuentra imposibilitada de darle el pecho a su bebé. En estos casos hay opciones viables como la leche de fórmula.


¿Qué ventajas ofrece para el bebé?
La leche materna tiene la particularidad de recopiar todos los nutrientes que necesita un bebé durante sus primeros meses de vida. Además, lo protege de enfermedades como:
  • Diarrea
  • Otitis
  • Infecciones de orina
  • Neumonía
  • Asma
  • Alergias

¿La lactancia materna es buena para la madre?
Efectivamente, los estudios han comprobado que la lactancia materna no sólo tiene resultados positivos para el bebé, sino también para la madre. De hecho, los especialistas han determinado que aquellas madres que les dan pecho a sus bebés tienden a perder el peso ganado durante el embarazo con mayor facilidad, además de reducir las probabilidades de padecer depresión posparto o hipertensión.
¿Cuándo iniciar la lactancia materna?
          Los expertos recomiendan que la madre empiece a dalpecho a su bebé tan pronto como sea posible. Por ello, es aconsejable que apenas se recupere del parto, tenga a su bebé en brazos y lo amamante.
            Evidentemente, esto sólo ocurrirá cuando el bebé tenga hambre. Por lo general los bebés suelen quedarse dormidos al poco tiempo de su nacimiento, momento en el que es muy ventajoso que la madre lo tenga junto a ella, de tal manera que apenas note que el bebé tiene ganas de comer pueda amamantarlo. 

Cesárea

Muchas veces me tienen dicho: '' Ay, pues yo voy a pedir que me hagan una cesárea porque no seré capaz de aguantar el dolor del parto''

Una cesárea se realiza siempre como última opción, porque no deja de ser una cirugía con todas sus posibles complicaciones y riesgos. Hay mujeres que con mucha anticipación saben que su parto ocurrirá un día determinado porque deben practicarle una cesárea. Sin embargo, en muchos casos significa que una mujer que está preparada para un parto natural se ve inesperadamente ante un parto quirúrgico y más complicado.

El American College of Obstetricians and Gynecologists elaboró un folleto explicativo, donde mencionan las principales razones para decidir que el parto sea por una cesárea, para así resguardar la seguridad del bebé y su madre:

- La desproporción cefalopélvica es una de las principales razones para efectuar una cesárea. Este término se refiere sencillamente al hecho de que el bebé es demasiado grande para pasar sin peligro por la pelvis de la madre. Algunas veces este problema puede determinarse antes del inicio del trabajo de parto, pero por lo general las primeras sospechas surgen cuando el trabajo de parto no progresa normalmente.

- El sufrimiento fetal es otra razón para proceder a una cesárea. Quiere decir que el bebé sufre dificultades durante el proceso del parto y quizá deba ser extraído de inmediato. Para detectar el sufrimiento fetal se utilizan la monitorización fetal electrónica y el muestreo del cuero cabelludo del bebé (obtención de muestras de sangre del cuero cabelludo del bebé).

-  El sangrado vaginal hacia el final del embarazo puede indicar que existe un problema con la placenta. Si la placenta está debajo del bebé y cubre total o parcialmente la cervix (cuello del útero), la condición se conoce como placenta previa. Además, si una placenta situada normalmente se separa antes del nacimiento del bebé, se interrumpen el flujo de oxígeno y la alimentación, y el niño podría no sobrevivir. En ambos casos se requiere con frecuencia proceder a un parto por cesárea.

-  La presentación o posición de nalgas (en la que el bebé nace presentando primero las nalgas o los pies) u otras posiciones inusuales, son motivo de preocupación para todos los obstetras. Después de que el médico evalúa cuidadosamente la condición de la madre y del niño, así como el progreso del trabajo de parto, algunas mujeres pueden dar a luz por la vía vaginal. Otras, para las cuales la vía vaginal presenta un riesgo considerable para la seguridad del bebé, tendrán un parto por cesárea.







Ictericia en recién nacidos

La ictericia es un trastorno frecuente de los recién nacidos, se refiere al color amarillento de la piel y la esclerótica (el blanco de los ojos) provocado por un exceso de bilirrubina en sangre.

Color amarillento de piel y ojos


Normalmente la bilirrubina se procesa en el hígado y se expulsa en forma de bilis a través del intestino. La ictericia aparece cuando la bilirrubina se acumula en la sangre porque el hígado de los recién nacidos no es capaz de descomponerla y eliminarla con la suficiente rapidez. Esto puede deberse a:
  1. Los recién nacidos fabrican más bilirrubina que los adultos puesto que renuevan más a menudo sus glóbulos rojos.
  2. El hígado de los recién nacidos todavía se está desarrollando y esa inmadurez no les permite eliminar la cantidad adecuada de bilirrubina de la sangre.
  3. Los intestinos de los recién nacidos reabsorben una cantidad demasiado elevada de bilirrubina antes de eliminarla a través de las heces.
A algunos bebés, una concentración alta de bilirrubina en sangre (generalmente superior a 25 mg) puede provocarles sordera, parálisis cerebral u otras lesiones cerebrales. 

Tipos de ictericia

Los tipos de ictericia neonatal más frecuente son:

  • Ictericia fisiológica (normal): se da en la mayoría de los recién nacidos, debido a la inmadurez del hígado de los lactantes, que procesa la bilirrubina lentamente. Generalmente aparece entre el segundo y el cuarto día de vida y desaparece cuando el bebé tiene entre una y dos semanas.
  • Ictericia del prematuro: los bebés prematuros tardan más en regular eficazmente la excreción de bilirrubina. En los bebés prematuros, la ictericia debe tratarse a concentraciones más bajas a fin de evitar posibles complicaciones.
  • Ictericia asociada a la lactancia materna: la ictericia se puede presentar debido a que el bebé amamantado no está ingiriendo suficiente leche, sea por dificultades con la lactancia o a que a la madre aún no le ha subido la leche. No tiene nada que ver con un problema de intolerancia a la leche materna. 
  • Ictericia asociada a la leche materna: entre el 1 y el 2% de los bebés amamantados presentan un tipo de ictericia provocada por determinadas sustancias presentes en la leche materna que pueden hacer que aumente la bilirrubina en la sangre al no poder excretarla a través de los intestinos. Este tipo de ictericia aparece entre los tres y los cinco primeros días de vida y mejora entre la tercera y duodécima semanas.
  • Incompatibilidad del grupo sanguíneo o de Rh: si un bebé tiene un grupo sanguíneo distinto al de su madre , es posible que esta produzca anticuerpos que destruyan los glóbulos rojos del pequeño , lo que provocará una acumulación repentina de bilirrubina en la sangre del recién nacido. 

Síntomas y diagnóstico

La ictericia suele aparecer alrededor del segundo o tercer día de vida. Comienza por la cabeza desde donde se va extendiendo al resto del cuerpo en sentido descendente. La piel de un bebé con ictericia se vuelve amarillenta, apareciendo esta coloración primero en la cara, luego en el pecho y el abdómen y, por último, en las piernas. La esclerótica también puede adquirir una tonalidad amarillenta.
Puesto que en la actualidad se suele dar el alta hospitalaria a los bebés uno o dos días después del nacimiento, es recomendable llevarlos al pediatra uno o dos días después de salir del hospital para que puedan evaluarles la ictericia. Asimismo, los padres deberán fijarse en la coloración de la piel de sus recién nacidos para detectar posibles signos de ictericia.

Tratamiento

Si la ictericia es leve o moderada , cuando el bebé tenga entre una y dos semanas de vida empezará a regular por sí solo el exceso de bilirrubina en sangre sin necesidad de tratamiento. Cuando la ictericia es importante o no remite , es posible que el pediatra recomiende la fototerapia, un tratamiento con una lámpara especial que ayuda al organismo a eliminar el exceso de bilirrubina, alterándola o favoreciendo su eliminación a través del hígado.