Cuando una mujer está embarazada, su cuerpo necesita más insulina para mantener el azúcar de la sangre en el nivel correcto. El cuerpo de la mujer produce más insulina durante el embarazo. Cuando esa insulina adicional no es suficiente para mantener el azúcar de la sangre en un nivel normal, el azúcar en la sangre se eleva. Eso es lo que llamamos diabetes gestacional.
Por lo general, el azúcar en la sangre vuelve a su nivel normal después del parto.
¿Quién puede padecer de diabetes gestacional?
- Mujeres con sobrepeso.
- Mujeres con familiares que han tenido diabetes gestacional.
- Mujeres con familiares que tienen diabetes tipo 2.
- Mujeres estadounidenses de ascendencia africana, indígena e hispana/latina.
Cerca de 7 de cada 100 mujeres embarazadas padecen de diabetes gestacional.
¿Por qué debe tratarse la diabetes gestacional?
El tener el azúcar alta en la sangre puede hacer que el bebé crezca demasiado; es decir 9 libras o más. Éste es el problema más frecuente en la diabetes gestacional. Se conoce como macrosomía.
Un bebé demasiado grande puede causar complicaciones en el parto. Al nacer el bebé también puede tener problemas para respirar o tener el azúcar en la sangre demasiado baja.
Las mujeres con diabetes gestacional pueden dar a luz bebés sanos. Mantener controlada el azúcar en la sangre puede ayudar a evitar problemas.
Si tienes diabetes gestacional, tu médico o matrona pueden conversar contigo sobre distintas opciones de parto. La finalidad es lograr un parto seguro y un bebé sano.
Cuando la mujer tiene diabetes gestacional, es común que el médico o matrona induzcan (provoquen) el parto antes del término del embarazo. Esto se hace a veces para que el bebé no crezca tanto.
A veces proponen hacer una operación cesárea. Es otra opción para evitar los problemas del parto de un bebé grande.
Cómo cuidarse de la diabetes tipo 2 después del parto