miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿Cómo tratar el estreñimiento de nuestro bebé?

¿Cómo puedo saber si mi niño está estreñido?

Cuando se trata de las evacuaciones de un niño, no hay una cantidad o un horario que se considere "normal", solamente lo que sea normal para tu hijo. Puede ser que tenga una deposición después de cada comida o que deje pasar un día o más entre cada evacuación. 

Su patrón individual de comportamiento dependerá de los alimentos que coma y beba, lo activo que sea, y lo rápido que digiera el alimento y se deshaga de las heces. 




Si no estás segura de si tu niño padece de estreñimiento, las siguientes señales te pueden ayudar a darte cuenta: 

  • Sus deposiciones son menos frecuentes de lo normal, especialmente si no ha hecho caquita en tres días o más, y es obvio que tiene mucha dificultad al evacuar.
  • Hará heces duras y secas con dificultad.
  • Materia fecal muy líquida en el pañal, o si ya va al baño solito, ropa interior manchada con caca. La deposición líquida puede atravesar la obstrucción del intestino bajo y terminar en el pañal o ropa interior de tu pequeño. Si ves que ocurre esto, no presupongas que es diarrea, de hecho, puede ser una señal de estreñimiento.

¿Por qué se estriñe mi niño?
Hay varias posibles causas:
  • Come muchos alimentos bajos en fibra.
  • Ir al baño solito lo pone nervioso.
  • Deshidratación.
  • Falta de actividad.

¿Cómo puedo tratar su estreñimiento? 
  • Evita alimentos que favorecen el estreñimiento.
  • Aumenta su consumo de fibras.
  • Dale más líquidos.
  • Procura que haga ejercicio.
  • Masajea su pancita.
  • Retrasa la retirada del pañal, de ser necesario.
  • Habla con el doctor sobre de las opciones de tratamiento.
  • Aplícale loción de aloe vera en la zona afectada.

Mi bebé tiene fiebre ¿Qué hago?

Una de las preocupaciones más habituales que tienen los padres primerizos y que los suelen poner muy nerviosos es cuando el bebé tiene fiebre. 
Pero tranquilos, ahora os explicaremos 8 cosas que debéis saber sobre la fiebre.


  1. ¿Como puedo saber si mi bebé tiene fiebre?

Besa o toca su frente. Si la notas más caliente de normal es porque probablemente tenga fiebre.

Por lo general, la fiebre es un síntoma de que el cuerpo está combatiendo una infección. Para confirmar tu sospecha, toma su temperatura. El pediatra querrá saber su temperatura exacta para poder tratarlo.

La mayoría de los médicos y la Academia Estadounidense de Pediatría (APP), coinciden en que la temperatura normal de un bebé sano está entre los 36 y 38 grados Celsius (C). Si la temperatura rectal de tu hijito supera los 38 grados C, tiene fiebre

 2.  ¿Como se si la fiebre de mi bebé es grave?

La temperatura no es el único factor que indica que una fiebre es grave. La edad es un factor importante (la fiebre es más preocupante en bebés menores de 3 meses), y también lo es su comportamiento (si tu bebé sigue jugando y comiendo con normalidad, quizás una fiebre alta no sea motivo de alarma).

Recuerda que la temperatura sube hacia el final de la tarde y al comienzo de la noche y baja entre la medianoche y las primeras horas de la mañana. Esa es la razón por la cual, la mayoría de los pediatras reciben las llamadas relacionadas con la fiebre hacia el final de la tarde y comienzo de la noche. 

3. ¿Cuándo llamar al doctor?

Nadie conoce a tu bebé mejor que tú. Así que si estás preocupada llama al doctor, sea cual sea su temperatura. 

Indicaciones generales:
Si tu bebé tiene menos de 3 meses de edad y tiene una temperatura de 38 grados Centígrados o más alta, llama al doctor inmediatamente. A un bebé tan pequeño hay que examinarlo para descartar una infección o una enfermedad graves.

Si tu bebé tiene más de 3 meses, lo más importante es fijarse en su aspecto y en su comportamiento

Si tu pequeñito está ingiriendo líquidos y se comporta normalmente, no es necesario llamar al médico a menos que su fiebre persista por más de 24 horas o si es muy alta. Pídele al doctor que te oriente un poco más sobre cuándo llamarlo. Por ejemplo, lo más probable es que te recomiende llamarlo de inmediato si su temperatura supere los 40 grados centígrados, sin importar los síntomas que presenta.

Indicaciones adicionales:
Comunícate con el médico si tu bebé presenta los siguiente síntomas:
  • Pérdida de apetito.
  • Tos.
  • Señales de una infección de oído.
  • Irritabilidad.
  • Somnolencia.
  • Vómitos.
  • Diarrea.
También llama al doctor si:
  • Tu pequeñito está muy pálido o muy sonrojado o si ha mojado menos pañales de lo normal.
  • Notas que tu niño presenta un sarpullido y no sabes su causa. Un sarpullido puede indicar un problemas más grave, si va acompañado de fiebre.
  • Tiene dificultad para respirar (hace mucho esfuerzo para respirar o respira más rápido de lo normal) aún después de limpiarle la nariz. 
  • Si tu bebé parece enfermo y su temperatura es más baja de lo normal (menos de 36 grados centígrados). Algunas veces los más peques se ponen fríos en lugar de calientes cuando se enferman.


3. ¿Qué hará el pediatra?

Si tu bebé tiene menos de 3 meses, el doctor querrá que lo lleves a la consulta para examinarlo. Es posible que te pida que no le des ningún medicamento para bajar la fiebre antes de que el lo examine.

Si tu bebé tiene más de 3 meses, se comporta normalmente, está ingiriendo líquidos y no presenta ningún otro síntoma grave de enfermedad, es posible que el doctor te recomiende esperar 24 horas antes de llevarlo a consulta. Como la fiebre muchas veces es el primer síntoma de una enfermedad, los pediatras no pueden encontrar otros síntomas significativos cuando examinan a un niño demasiado pronto.

5. Pero si la fiebre lo defiende contra un infección, ¿por qué hay que bajarla?


Dado que la fiebre forma parte de la defensa corporal contra bacterias y virus, algunos investigadores han sugerido que el cuerpo podría atacar las infecciones con mayor eficacia que si la temperatura fuera elevada. La fiebre también le dice al cuerpo que produzca más células blancas y anticuerpos para luchar contra la infección.
Por otro lado, si la temperatura de tu bebé es demasiado alta, estará demasiado incómodo como para beber, comer o dormir, lo cual hará su recuperación mucho más lenta.

Si la fiebre de tu pequeño no está afectando a su comportamiento, no necesitas darle nada para bajar su temperatura. Ofrécele mucha leche materna o fórmula para evitar la deshidratación, y no lo abrigues en exceso.

Si su temperatura corporal es superior a lo normal debido al exceso de ropa o a que el día es caluroso, ayúdalo a refrescarse quitándole algunas prendas, y alentándolo a descansar o a jugar en un lugar fresco.

6. ¿Qué medicamentos para bajar la fiebre son seguros para mi bebé?

Los antitérmicos actúan sobre el centro regulador de temperatura situado en el cerebro, pero no intervienen en el curso natural de la enfermedad. Son medicamentos sintomáticos, es decir, que sirven solo para tratar el síntoma "fiebre" y el malestar producido por ella. Los más eficaces son el Paracetamol y el Ibuprofeno, y tienen un efecto similar. Ambos son analgésicos (disminuyen el dolor), aunque el Ibuprofeno tiene además efectos antiinflamatorios. Su efecto antitérmico, hace que el niño se sienta más confortable, pero raras veces consigue hacer desaparecer la fiebre alta al principio de la enfermedad.

Atiende a las instrucciones del pediatra para su dosificación y recuerda que por su toxicidad, los medicamentos deben mantenerse bien cerrados y en un lugar inaccesible para los niños.

El Paracetamol (APIRETAL (R), GELOCATIL (R), FEBRECTAL (R)): es el antitérmico de elección. La dosis es de 0.15 ml por cada kg de peso, 4 veces al día por vía oral en forma de gotas o jarabe. Tiene pocos efectos irritantes sobre el estómago, pero en dosis excesiva es un tóxico hepático. Por ello no debe darse simultáneamente por vía oral y rectal ni repetir más de 6 dosis al día aunque persista la fiebre. No está recomendado su uso en niños menores de 2 meses, ni más de 5 días seguidos.

El Ibuprofeno (DALSY (R)): se da en dosis de 0.25 a 0.5 ml por cada kilo de peso y dosis, cada 6-8 horas.

El Ácido Acetil Salicílico (ASPIRINA (R) 125 mg/comprimido): aunque tiene una buena actividad antitérmica, no debe usarse en niños con este fin, sobre todo cuando la causa de la fiebre es una infección vírica y especialmente si tiene varicela, pues se ha relacionado con la aparición de graves trastornos neurológicos y hepáticos denominados "Síndrome de Reye".

7. ¿Existe otra manera de bajar la fiebre de mi pequeño?

Puedes intentar bajarle la fiebre pasándole una esponja con agua tibia (no fría) o dándole un baño tibio.

Nunca intentes bajarle la fiebre pasándole una esponja con alcohol. El alcohol puede ser absorbido por la corriente sanguínea a través de la piel. Además también lo puede enfriar demasiado rápido, lo cual a la larga puede hacerle subir la fiebre.

8. ¿Por qué le vuelve a subir la fiebre a mi bebé después de que le bajó?

Las medicinas que le bajan la fiebre tienen un efecto temporal. No afectan al germen que causa la infección, así que puede que el bebé siga con fiebre hasta que se le cure la infección. Este proceso puede durar dos o tres días.

Algunas infecciones, como la gripe, pueden durar entre cinco y siete días. Si se le han administrado los antibióticos para protegerlo de una infección bacteriana, la fiebre puede tardar 48 horas en ceder.









¿Qué chupete elegir?


El chupete es uno de los compañeros más estables en la vida de la mayoría de los bebés. El tipo de chupete que elijas para él puede cambiar con el tiempo, a medida que cambien sus preferencias o le salgan los dientes.


Las normas de obligado cumplimiento para cualquier chupete

De látex, de silicona, de una pieza, con tetina de gota, anatómica o simétrica… Existe una gran variedad de chupetes en el mercado.

Como indica la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, para que un chupete sea seguro debe cumplir con las normas fijadas por AENOR en 2003:

- El chupete y su cadenita deben estar exentos de puntas o bordes cortantes, y no pueden tener partes desmontables ni llevar pegatinas ni etiquetas.
- La tetina debe medir un máximo de 33 mm y no puede contener ningún elemento en su interior.
- El disco que sujeta la tetina tiene que ser lo suficientemente grande como para que el niño no pueda tragárselo y disponer, al menos, de 2 orificios para facilitar el paso de aire y evitar problemas en caso de que, de todas formas, el niño llegase a tragárselo.
- La cadenita del chupete no puede ser más larga de 220 mm, para evitar el riesgo de estrangulamiento.

Materiales de los chupetes: ¿látex o silicona?

Las tetinas de los chupetes se fabrican con silicona o látex. Elegir una de ellas dependerá, sobre todo, de las preferencias del bebé.

  • Generalmente se recomienda la silicona al menos para los primeros meses ya que no absorbe sabores ni olores y no se deforma con el paso del tiempo. Para los niños con alergia al látex, por supuesto, son la única opción.
  • La tetina de látex suele recomendarse cuando al niño ya le han salido los dientes, porque es un material más resistente a los mordiscos, suave, flexible y produce una sensación de succión muy natural.

Forma de la tetina
  • Forma de cereza o redondas: se asemejan mucho al pezón materno, por eso son las preferidas de muchas mamas y de muchos bebés.
  • Tetinas anatómicas: tienen un formato irregular y se adapta al paladar del pequeño evitando así la deformación del mismo. Por esta razón hay que estar atento a los movimientos que realiza el bebé cuando tiene el chupete en la boca, ya que tienden a mover el chupete, y si lo cambian a la posición incorrecta el chupete no hará la función que debe.
  • Forma de gota o planas: se adaptan al paladar del bebé sea cual sea su posición, aunque no de la misma manera que lo hace la anatómica.


Cuidados e higiene del chupete

Se recomienda cambiarlo con frecuencia, sobre todo cuando el niño ya tiene dientes. Así evitamos que pueda separarse algún trocito pequeño de la tetina que el niño pudiera tragarse.
Por otro lado, cambiar el chupete a menudo –e incluso alternar varios chupetes- evita que el niño se “enamore” de un chupete concreto y facilita que se lo podamos cambiar cuando el chupete se deteriore con el tiempo.

El chupete debe lavarse a menudo. Cuando los bebés se hacen mayores, limpiarlo con agua y jabón suele ser suficiente.


Vía: www.serpadres.es

Walking epidural






Un parto es fisiológico cuando existe libertad de movimientos, ya que la mujer se guía por su instinto para adoptar posturas que le alivien el dolor. Esta conducta instintiva se pierde cuando se instaura la analgesia epidural. Con la epidural, la mujer pierde sensibilidad y capacidad de movimiento.






Por eso, muchos obstetras matronas coinciden en que lo ideal sería conseguir una disminución de la sensación dolorosa, sin eliminar la capacidad de movimiento de la gestante en el parto.  Estas dos premisas se consiguen con una nueva modalidad de epidural: la walking epidural.



¿Qué es la walking epidural?

La walking epidural es una técnica analgésica que permite a la embarazada levantarse, caminar o sentarse en una silla manteniendo su movilidad durante la primera fase del parto, al tiempo que se consigue una disminución del dolor.




¿Qué requisitos debe cumplir?
  • Es importante que la embarazada colabore. Se requiere la presencia de un adulto, como puede ser el padre, que ayude a la gestante a la puesta en marcha de movimientos.
  • Es necesario un espacio físico adecuado.
  • Se precisa una adecuada monitorización fetal y materna.
  • La embarazada debe esperar 20 minutos sentada antes de caminar.



¿Cuáles son las ventajas con respecto a la epidural tradicional?
  • Se puede emplear en cualquier momento del parto.
  • La gestante puede caminar durante el periodo de dilatación.
  • La embarazada presenta una menor retención urinaria.
  • El inicio de acción es mucho más rápido.
  • Se acorta el período expulsivo.
  • Existe un mayor bienestar fetal.



¿Y los inconvenientes?
  • Ocasiona más náuseas.
  • El catéter no se puede recolocar.
  • Puede producir cefalea.
  • Existe un riesgo de entre el 2-10% de bradicardia fetal.



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