viernes, 13 de diciembre de 2013

Aborto espontáneo o natural

¿Qué es un aborto espontáneo?



Un aborto espontáneo (o aborto involuntario) es la pérdida de un bebé en las primeras 20 semanas de embarazo. Alrededor del 10 al 20 por ciento de los embarazos detectados terminan en un aborto espontáneo y más del 80 por ciento de estas pérdidas suceden antes de las 12 semanas

Esto no incluye situaciones en las que pierdes un óvulo fertilizado antes de que el embarazo se estabilice. Los estudios han demostrado que entre el 30 y el 50 por ciento de los óvulos fertilizados se pierden antes o durante el proceso de implantación, a menudo tan pronto que una mujer tiene su periodo más o menos en la fecha esperada. 



¿Qué factores aumentan el riesgo de sufrir un aborto espontáneo?


Aunque cualquier mujer puede tener un aborto espontáneo, algunas tienen más propensión a perder un embarazo que otras. Aquí tienes una lista de factores de riesgo: 



  • Edad: las mujeres de edad más avanzada tienen más posibilidades de concebir un bebé con anormalidad cromosómica, y este tipo embarazos se pierden con más facilidad.

  • Un historial de abortos: las mujeres que han tenido dos o más abortos seguidos tienen más probabilidades de tener un aborto que otras mujeres.

  • Enfermedades y afecciones crónicas: algunas de las condiciones que pueden aumentar el riesgo de aborto son una diabetes mal controlada, afecciones heredadas que causan problemas en la coagulación de la sangre, enfermedades del sistema inmunitario (como síndrome antifosfolípido o lupus) y afecciones hormonales (como el síndrome del ovario poliquístico).

  • Problemas uterinos o cervicales: tener ciertas malformaciones congénitas del útero, adhesiones uterinas severas (tejido cicatrizado), o un cuello uterino débil (insuficiencia cervical), aumenta las probabilidades de aborto. La relación entre fibromas uterinos (un tumor benigno) y el aborto espontáneo es controvertida, pero la mayoría de los fibromas no causan problemas.

  • Un historial de defectos de nacimiento o problemas genéticos: si tú, tu pareja, o miembros de tu familia tienen una anomalía genética, se les ha diagnosticado una en un embarazo previo, o han tenido un niño con un defecto de nacimiento, corres un riesgo más alto de aborto.

  • Infecciones: la investigación ha demostrado un riesgo de aborto algo más alto si tienes listeria, paperas, rubéola, sarampión, citomegalovirus, parvovirus, gonorrea, VIH y algunas otras infecciones.

  • Fumar, beber y usar drogas


  • Medicaciones




  • Toxinas del medioambiente: los factores medioambientales que pueden aumentar tu riesgo incluyen: plomo, arsénico, algunas sustancias químicas como formaldehído, benzina y óxido etileno así como dosis altas de radiación o gases anestésicos.

  • Factores paternos: se sabe poco sobre cómo afecta la condición del padre el riesgo de aborto, aunque sí se sabe que el riesgo aumenta con la edad del padre. Los investigadores están estudiando hasta qué punto las toxinas del medioambiente pueden dañar el esperma. Algunos estudios han observado un riesgo mayor cuando el padre ha estado expuesto a mercurio, plomo y a algunas sustancias químicas industriales y pesticidas.

  • Obesidad

  • Procedimientos diagnósticos: existe un pequeño aumento del riesgo de aborto después de un análisis de vellosidades coriónicas y de una amniocentesis, que se realizan para dar un diagnóstico genético del feto.


Tu riesgo de tener un aborto también es más alto si te quedas embarazada tres meses después de dar a luz. 

¿Cuáles son los síntomas del aborto espontáneo?



El sangrado vaginal, a veces acompañado por dolores menstruales o dolores abdominales más fuertes, puede ser una señal de que la mujer está por tener un aborto espontáneo. No obstante, muchas mujeres experimentan manchado vaginal durante los primeros meses del embarazo y la mayoría no tiene un aborto espontáneo. La mujer debe consultar a su médico si experimenta cualquier tipo de sangrado, aunque sea leve, durante el embarazo. El médico podrá realizarle un examen interno para determinar si el cuello del útero está dilatado (señal de que es probable que se produzca un aborto espontáneo), así como un ultrasonido y análisis de sangre. 




Más información:








Nombres de bebés

Buscar un nombre para tu futuro bebé es un reto muy emocionante al que se enfrentan todas las parejas antes de que esa preciosa criatura llegue al mundo. Siempre hay dudas, presión, felicidad, emoción, pero sobre todo... ¡contradicciones!

Aquí os dejamos una página web en la cuál hay muchísimos nombres que podéis elegir para vuestro niño/niña. Probablemente encontréis uno que os guste a los dos futuros papás. 

¡ MUCHÍSIMA SUERTE!

Escoge el nombre de tu bebé

Cómo afrontar un aborto

Perder un embarazo es un problema mucho más común de lo que cabría esperarse. Según datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, entre el 10 y el 20 % de los embarazos acaban en un aborto espontáneo durante las primeras semanas. A esta tasa se le debe sumar además la muerte fetal tardía (es decir, la muerte del feto después de los 6 meses de embarazo), que ocurre con una frecuencia de 3 por cada 1.000 nacidos vivos.

Sin embargo, el hecho de que la pérdida de un embarazo sea una complicación que atañe a muchas mujeres, no le resta ni un ápice al dolor que se experimenta. Por eso, la depresión, la aflicción, la culpa y la ira son sentimientos frecuentes que acompañan a la pérdida, sobre todo durante los primeros días y semanas. Obviamente, se trata de un proceso de duelo que la persona debe aprender a manejar para no causarse más daño.

Cinco puntos clave para superar un aborto

Superar la pérdida de un embarazo es un proceso sumamente complejo, cada pareja lo enfrentará de una manera diferente, haciendo acopio de sus propios recursos psicológicos. Por eso es muy difícil hablar de un tiempo específico para superar el duelo, si bien los psicólogos afirman que después de los seis meses, si la tristeza no ha disminuido su intensidad, se debería buscar la ayuda de un especialista.

No obstante, las parejas pueden seguir algunas orientaciones que le ayuden a superar la pérdida de una manera más eficaz y rápida:

1. Entender que no ha sido su culpa: Muchas veces la mujer o su pareja sienten que tienen alguna responsabilidad por la pérdida del embarazo. De esta manera, suelen culparse por no haber previsto las complicaciones que surgieron o incluso se martirizan pensando que, de una forma u otra, las propiciaron. En realidad, culparse por lo que ha pasado es una actitud injusta que no dará ningún fruto positivo. Por eso es importante darse cuenta de cuándo comienza este diálogo interno de auto reproche y detenerlo a tiempo.

2. Tomarse un tiempo para sanar: Un gran error que cometen las parejas que han perdido un embarazo es querer olvidar todo de un golpe, como si nada hubiese pasado. En verdad, la negación de la pérdida hace que el proceso de duelo sea más largo y doloroso. Por eso es fundamental aceptar que con el paso del tiempo el dolor dejará paso a un recuerdo, a la nostalgia, dejará de ser tan punzante. Es esencial que ambos acepten que se encuentran tan solo en una etapa de transición y, sobre todo, que no violenten los tiempos de sanación: cada persona necesita elaborar su propio duelo y eso lleva tiempo.

3. No regresar inmediatamente al trabajo: En muchos casos, las parejas que han perdido un embarazo se refugian en el trabajo para aliviar su dolor. Sin embargo, lo ideal sería tomarse un tiempo para comprender y aceptar lo que ha sucedido. De esta forma ambos miembros de la pareja elaboran juntos el duelo y el riesgo de que la relación termine es menor ya que ambos se apoyan mutuamente.

4. No crear expectativas sobre la actitud de la pareja: Por lo general, la mujer y el hombre tienen maneras diferentes de enfrentar las situaciones que viven. Y esto también se aplica a la pérdida de un embarazo. A veces a la mujer se le ve mucho más afectada y adolorida, mientras que el hombre suele refugiarse en sí mismo sin expresar abiertamente su dolor. Cada cual asume de manera diferente su dolor, no esperes que tu pareja exprese su sentimiento de la misma forma en que tú lo haces.

5. No cerrarse a la ayuda de los demás: Muchas veces, ante el dolor, la pareja suele cerrarse a los amigos y familiares que desean ayudarlos. Es cierto que quizás estas personas no los comprendan totalmente o que utilicen estrategias poco adecuadas (como auxiliarse de historias similares), pero lo cierto es que cualquier error de tacto que cometan no es intencional. Su objetivo es ayudar y a la pareja no le vendría nada mal una buena dosis de socialización.


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¿Cuánto debe dormir un recién nacido?

¿Cuáles son los hábitos de sueño saludables en bebés de 0 a 3 meses?

Los recién nacidos duermen mucho, aproximadamente entre 16 y 17 horas al día. Pero casi nunca duermen más de tres a cuatro horas seguidas, de día o de noche, durante las primeras semanas de vida. 

En consecuencia, tú también tendrás un horario muy irregular y agotador. Como has de responder a todas las necesidades de tu recién nacido, tendrás que levantarte varias veces cada noche para alimentar, cambiar y calmar a tu bebé.

¿Qué está pasando?

Los ciclos de sueño son mucho más cortos que el de los adultos, y los bebés pasan mucho más tiempo en sueño de tipo REM (durante el cual los ojos se mueven con rapidez detrás de los párpados). Se cree que el sueño REM es necesario para el extraordinario desarrollo que se está llevando a cabo en su cerebro. Sin embargo, el sueño REM es más liviano y se interrumpe con más facilidad.

Es una fase necesaria para tu bebé y no dura mucho, ¡aunque te pueda parecer una eternidad!

¿Qué pasará después?

Entre las 6 y 8 semanas de edad, la mayoría de los bebés empiezan a dormir durante períodos más cortos durante el día y períodos más largos durante la noche aunque, por lo general, se siguen despertando para comer durante la noche. También tienen períodos más cortos de sueño REM y períodos más largos de sueño profundo.

Entre los 4 y los 6 meses, según los expertos, la mayoría de los bebés son capaces de dormir entre 8 y 12 horas seguidas durante la noche. Algunos bebés empiezan a dormir durante un período la largo por la noche a partir de las 6 semanas, mientras que otros bebés no llegan a esta etapa hasta los 5 o 6 meses, y otros se siguen despertando durante la noche hasta después cumplido un año. 

¿Cómo puedes establecer hábitos de sueño saludables?

Consejos para ayudar a tu bebé a dormir:

Aprende cuáles son las señales que indican que está cansado

Durante las primeras seis a ocho semanas, tu bebé no podrá permanecer despierto más de dos horas. Si esperas más para acostarlo, estará muy cansado y podría tener problemas para quedarse dormido. 

Obsérvalo para detectar las señales de que está somnoliento. ¿Se está frotando los ojos, se está tocando las orejitas o está mas irritado que de costumbre? Si notas éstas u otras señales de que tiene sueño, llévalo enseguida  a la cunita. 

Comienza a enseñarle cuál es la diferencia entre el día y la noche

Algunos bebés son búhos nocturnos y están muy despiertos justamente cuando es hora de irse a dormir. Durante los primeros días no podrás hacer nada al respecto. Pero una vez que tu bebé tenga aproximadamente dos semanas, puedes empezar a enseñarle a distinguir entre la noche y el día.

Cuando esté alerta durante el día juega con él todo lo que puedas, mantén la casa y su habitación con mucha luz, y no te preocupes por minimizar los ruidos regulares del día, como el teléfono, la televisión, o el lavavajillas. Si tiende a dormir mientras lo alimentas, despiértalo.

Por la noche, no juegues con él mientras se despierte. Mantén las luces y el nivel de ruido bajos, y háblale poquito y en susurros. En poco tiempo debería empezar a comprender que la noche es para dormir.

Considera empezar una rutina para ir a la cama

Nunca es demasiado pronto para empezar una rutina para ir a la cama. Puede ser algo sencillo, como ponerle un pijamita, cantarle una canción de cuna, y darle un beso de buenas noches.