viernes, 20 de diciembre de 2013

Cómo aliviar los cólicos de tu bebé


Habrás podido comprobar, si tu bebé padece cólicos, lo difícil que resulta calmarle una vez comienza a llorar. No existe una fórmula definitiva para aliviar los cólicos del bebé lactante. No obstante, se piensa que el contacto físico piel con piel, el calor y algunas posturas pueden ayudar a que el llanto del bebé lactante pierda intensidad e incluso desaparezca.




Los cólicos del lactante son episodios repetidos de llanto intenso e inconsolable. Suelen durar entre 2-3 horas al día, más de 3 días a la semana, casi siempre al final de la tarde-noche.
Durante los mismos, el bebé realiza movimientos de flexión de las extremidades sobre el vientre, a veces ventosea y tiene el abdomen distendido y tenso.
Suelen iniciarse sobre la segunda o tercera semana de vida del bebé y habitualmente desaparecen sobre los 3 meses de edad.

Lo primero que has de hacer si tu bebé tiene cólicos es atenderle. Un bebé que llora quiere comunicar algo. Necesita atención. 
Si tu bebé tiene cólicos, la mejor manera de calmarle será cogerle en brazos, cerca del cuerpo. Acunarle suavemente, cantarle, llevarlo junto al cuerpo en mochila o chal... ayudarán a disminuir la intensidad del llanto. Más allá de los 3 meses, casi ningún niño tiene ya cólicos.

La mejor postura para calmar al bebé con cólicos

La mejor postura para aliviar los cólicos es manteniendo al bebé incorporado, con la cabeza elevada, sobre el hombro de quien lo sostiene.
El "canguro" portabebés es muy eficaz. Algunas madres prefieren sujetar al bebé con un fular portabebés o chal al estilo "indígena".
Otros bebés se calman boca abajo. Puedes colocar a tu bebé sobre el antebrazo o sobre las rodillas. Si le sitúas sobre tu pecho, el contacto corporal será mayor.
Para algunos padres es muy eficaz acostar al bebé con ellos

Efectos de los masajes en el bebé con cólicos del lactante


Muchos padres intentan dar masajes en el abdomen del bebé. Bien con su propia mano, bien flexionando los muslos del bebé sobre su tripa. Ambas cosas pueden ayudar a ventosear al bebé si lo necesita 
Sin embargo, lo más probable es que el bebé con cólicos siga llorando aún después del masaje. Otros prefieren dar un masaje por todo el cuerpo, untándose las manos de crema hidratante o aceite vegetal. Esto es una costumbre procedente de culturas orientales.
Lo que de veras le sirve al niño es el contacto. Aunque no llegue a calmarse.



Calendario de vacunas


- (1) Vacuna antihepatitis B (HB).- 3 dosis según 3 pautas equivalentes: 0, 1, 6 meses o 0, 2, 6 meses o 2, 4, 6 meses, todas adecuadas para hijos de madres seronegativas (HBsAg neg.), siendo las 2 primeras pautas también adecuadas para hijos de madres portadoras del virus de la hepatitis B (HBsAg +). Estos últimos recién nacidos (madres HBsAg +) recibirán en las primeras 12 horas de vida la 1.ª dosis de vacuna y 0,5 ml de inmunoglobulina antihepatitis B, la 2.ª dosis de vacuna a la edad de 1 o 2 meses y la 3.ª dosis a los 6 meses. Si la serología materna es desconocida debe administrarse la 1.ª dosis de vacuna en las primeras 12 horas de vida e investigar la serología inmediatamente y, si resultara positiva, administrar 0,5 ml de inmunoglobulina antihepatitis B en la 1.ª semana de vida (preferentemente en las primeras 72 horas de vida). La administración de 4 dosis de vacuna HB es aceptable si se emplea la vacuna combinada hexavalente a los 2, 4 y 6 meses de edad en niños vacunados de la 1.ª dosis con preparado monocomponente al nacer. Los niños y adolescentes no vacunados recibirán a cualquier edad 3 dosis según la pauta 0,1, 6 meses. 

- (2) Vacuna frente a la difteria, el tétanos y la tos ferina acelular (DTPa/Tdpa).- 6 dosis: primovacunación con 3 dosis de vacuna DTPa; refuerzo a los 15-18 meses (4.ª dosis) con DTPa; a los 4-6 años (5.ª dosis) y a los 11-14 años (preferentemente a los 11-12 años) (6.ª dosis) con el preparado de baja carga antigénica de difteria y tos ferina (Tdpa). 

- (3) Vacuna conjugada frente al Haemophilus influenzae tipo b (Hib).- 4 dosis: primovacunación a los 2, 4, 6 meses y refuerzo a los 15-18 meses (4.ª dosis). 

- (4) Vacuna antipoliomielítica inactivada (VPI).- 4 dosis: primovacunación con 3 dosis y refuerzo a los 15-18 meses (4.ª dosis). 

- (5) Vacuna conjugada frente al meningococo C (MenC).- 3 dosis: la 1.ª a los 2 meses, la 2.ª a los 4 o 6 meses y la 3.ª entre los 12 y 15 meses de edad. 

- (6) Vacuna conjugada frente al neumococo (VNC).- 4 dosis: las 3 primeras a los 2, 4, 6 meses con un refuerzo entre los 12 y 15 meses de edad (4.ª dosis). 

- (7) Vacuna frente al sarampión, la rubeola y la parotiditis (SRP).- 2 dosis de vacuna sarampión-rubeola-parotiditis (triple vírica). La 1.ª a los 12 meses, y la 2.ª a los 2-3 años de edad, preferentemente a los 2 años. 

- (8) Vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH).- Sólo para niñas. 3 dosis entre los 11 y los 14 años (preferentemente a los 11-12 años). Pauta de vacunación según el preparado comercial: Gardasil pauta 0, 2, 6 meses y Cervarix pauta 0, 1, 6 meses. 

- (9) Vacuna frente al rotavirus (RV).- 3 dosis de vacuna frente al rotavirus (RotaTeq): a los 2, 4, 6 meses o a los 2, 3, 4 meses. La pauta ha iniciarse entre las 6 y las 12 semanas de vida y debe completarse antes de las 32 semanas de edad. 

- (10) Vacuna frente a la varicela (Var).- 2 dosis: la 1.ª a los 12 meses (es aceptable a los 12-15 meses) y la 2.ª a los 2-3 años de edad, preferentemente a los 2 años. En pacientes susceptibles fuera de las edades anteriores, vacunación con 2 dosis con un intervalo entre ellas de, al menos, 1 mes. 

- (11) Vacuna antigripal (Gripe).- Vacunación anual de pacientes con factores de riesgo y sus convivientes (mayores de 6 meses). 1 dosis en mayores de 9 años; entre 6 meses y 9 años se administrarán 2 dosis la 1.ª vez, con un intervalo de 1 mes y en los años siguientes, si persiste el factor de riesgo, vacunación anual con 1 dosis. 

- (12) Vacuna antihepatitis A (HA).- 2 dosis, con un intervalo de 6-12 meses, a partir de los 12 meses de edad. Vacunación de pacientes con indicación por viajes internacionales a países con endemicidad intermedia o alta, o por pertenecer a grupos de riesgo. 



¿Cómo sé si ha empezado el parto?

¿Hay alguna manera de predecir cuando iniciará la labor del parto?
En realidad, no. Los expertos no saben con seguridad qué es lo que desencadena el inicio del parto y no hay manera de predecir el momento exacto en el que éste empezará. 

De hecho tu cuerpo comienza a "prepararse" para el parto aproximadamente un mes antes del nacimiento. A medida que la fecha se aproxima, puedes empezar a sentir algunos síntomas nuevos, aunque también puede ser que no notes nada. 



Estos son 5 síntomas que puedes experimentar en las semanas o días previos al inicio del parto:

1. Tu bebé desciende:
Si éste es tu primer embarazo, unas semanas antes del comienzo del parto puedes sentir lo que se conoce como "encajamiento". Esto quiere decir que el bebé baja y se encaja en la pelvis, preparándose para el nacimiento. Puedes notar que tienes más peso en la pelvis, pero respiras mejor, porque también disminuye la presión en tu caja torácica.

2. Notas un aumento en las contracciones Braxton Hicks: 
El incremento en la frecuencia de las contracciones puede ser un inicio de preparto, que es el periodo durante el cual el cuello del útero comienza a madurar y se prepara para el verdadero parto.

3. El cuello del útero comienza a cambiar: 
En los días y semanas previos al parto, los cambios en el tejido conectivo del cuello del útero causan que éste se ablande. Además puede que las contracciones realicen el trabajo de afinar el cuello del útero. 
Si ya has dado a luz anteriormente es más probable que el cuello se dilate un centímetro o dos antes del inicio del parto. 

4. Expulsas el tapón mucoso o notas un "flujo con sangre"
Si el cuello del útero comienza a dilatarse al aproximarse el momento del parto, puedes expulsar el tapón mucoso, una cantidad pequeña de flujo mucoso y espeso que ha mantenido sellado el cuello del útero durante los últimos nueve meses. 

Puede que pierdas todo el tapón de una sola vez, o en forma de flujo vaginal intenso durante varios días. El flujo puede estar teñido de sangre (y ser de color marrón, rosa o rojo). Las relaciones sexuales o un tacto vaginal también pueden afectar el tapón mucoso y provocar un flujo sanguinolento, incluso si el parto no va a empezar en los próximos días.

5. Rompes la fuente de agua:
Cuando el saco amniótico lleno del líquido que recubre al bebé se rompe, el fluido se elimina por la vagina. Debes llamar de inmediato a tu médico o partera cuando notes que te empieza a salir líquido, ya sea que salga mucha o poca cantidad. 

La mayoría de las mujeres comienzan a tener contracciones regulares antes de romper la fuente, pero en algunos casos la fuente se rompe antes de que empiecen las contracciones. Generalmente, cuando esto sucede el parto se desencadena rápidamente. 

Si las contracciones no se producen por sí solas en las horas posteriores a la ruptura de la fuente, tendrán que inducirte el parto, ya que tu bebé corre más riesgo de infección al no contar con la protección contra gérmenes que le brindaba el saco amniótico.

Saber más

¿Qué chupete elegir?

El chupete es uno de los compañeros más estables en la mayoría de los bebés. El tipo de chupete que elijas para él puede cambiar con el tiempo, a medida que cambien sus preferencias o le salgan los dientes.


Los americanos lo llaman "pacifier" y no es extraño: el chupete tiene efecto calmante y tranquilizador para el bebé y responde a su instinto natural de succión. Además, se ha demostrado que reduce el riesgo de muerte súbita del lactante.

Las normas de obligado cumplimiento para cualquier chupete

De látex, de silicona, de una pieza, con tetina de gota, anatómica o simétrica...Existe una gran variedad de chupetes en el mercado.
Como indica la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, para que un chupete sea seguro debe cumplir con las normas fijadas por AENOR en 2003. Es decir:
  • El chupete y su cadenita deben estar exentos de puntas o bordes cortantes, y no pueden tener partes desmontables ni llevar pegatinas ni etiquetas.
  • La tetina debe medir un máximo de 33 mm y no puede contener ningún elemento en su interior.
  • El disco que sujeta la tetina tiene que ser lo suficientemente grande como para que el niño no pueda tragárselo y disponer, al menos, de 2 orificios para facilitar el paso del aire y evitar problemas en caso de que, de todas formas, el niño llegase a tragárselo.
  • La cadenita del chupete no puede ser más larga de 220 mm, para evitar el riesgo de estrangulamiento.

Materiales de los chupetes: ¿látex o silicona?

Las tetinas de los chupetes se fabrican con silicona o látex. Elegir una de ellas dependerá, sobre todo, de las preferencias del bebé.
  • Generalmente se recomienda la silicona al menos para los primeros meses ya que no absorbe sabores ni olores y no se deforma con el paso del tiempo. Para los niños con alergia al látex, por supuesto, son la única opción.
  • La tetina de látex suele recomendarse cuando al niño ya le han salido los dientes, porque es un material más resistente a los mordiscos, suave, flexible y produce una sensación de succión muy natural.
Cuidados e higiene del chupete

Se recomienda cambiarlo con frecuencia, sobre todo cuando el niño ya tiene dientes. Así evitamos que pueda separarse algún trocito pequeño de la tetina que el niño pudiera tragarse.

Por otro lado, cambiar el chupete a menudo (e incluso alternar nuevos chupetes) evita que el niño se "enamore" de un chupete concreto y facilita que se lo podamos cambiar cuando el chupete se deteriore con el tiempo.

El chupete debe limpiarse a menudo. Cuando los bebés se hacen mayores, limpiarlo con agua y jabón suele ser suficiente.