domingo, 1 de diciembre de 2013

¡Es la hora del baño!

Es frecuente que los padres primerizos tengan dudas a la hora de qué hacer cuando van a bañar a su bebé por primera vez. Surgen muchas dudas: ¿Cómo debo sujetarlo? ¿Cómo debo sacarlo de la bañera? ¿Cuál es la temperatura ideal del agua? ¿Debo lavarle el resto del cordón umbilical? Pero tranquilos, esas dudas le surgen a la mayoría de los padres primerizos e intentaremos resolverlas en la medida de los posible.


El baño del bebé es una estupenda oportunidad para poder transmitir a tu hijo sensaciones de bienestar. Estar sumergido en agua cálida relaja y, hacerlo todos los días a la misma hora, como por ejemplo, antes de cenar, le proporciona el ambiente adecuado para disfrutar de un buen descanso nocturno. Aprovecha este momento para poder conectar con él y reforzar el vínculo afectivo.

¿Con qué frecuencia debo bañar a mi bebé?

En Estados Unidos los pediatras recomiendan bañar a los recién nacidos una o dos veces a la semana ya que no se ensucian casi nada recomendando, eso sí, lavarle frecuentemente las manos y limpiarle la zona genital cada vez que le cambies el pañal. 
En nuestro país, los papás suelen bañar a sus bebés diariamente. No hay ningún inconveniente en realizar un baño diario siempre que utilices un jabón especial para bebés que no le irrite la piel (también lo puedes bañar simplemente con agua).

NOTA: Es mejor no sumergir a tu bebé por completo en una bañera hasta que se le caiga el cordón umbilical. Durante todos esos días puedes limpiarle todo el cuerpo con una esponja húmeda.

¿Qué se necesita para el baño del bebé?

ES IMPORTANTE TENERLO TODO PREPARADO. Para lograrlo, nada mejor que reunir y tener a mano todo lo necesario:
  • Jabón neutro y champú para bebés.
  • Toallas de algodón.
  • Peine o cepillo.
  • Ropita limpia.
  • Pañales.
  • Termómetro de baño.
  • Una bañera (móvil o fija).
  • Esponja (opcional).

¿Cuál es la mejor manera de bañar a tu bebé?

Cuando tengas todo el material reunido, lávate las manos y cierra bien la puerta y la ventana donde bañes a tu bebé. Con un poco de dedicación y cariño, verás que la hora del baño se transformará en una de las actividades que más disfrutarás con tu bebé.
  1. Reúne todos los artículos que necesites para el baño.
  2. Llena la bañera con 2 o 3 pulgadas (5 o 7 centímetros) de agua templada, pero no caliente, a una temperatura aproximada de 32 grados centígrados. Puedes utilizar un termómetro de baño o, si lo prefieres, utilizar el codo o la parte interior de la muñeca para comprobar que la temperatura es adecuada.
  3. Trae al bebé al lugar donde vayas a bañarlo y desvístelo por completo. 
  4. Sumerge poco a poco al bebé en el agua, usando tus manos para sostener su cuello y cabecita. A ratos, vierte un poco de agua con un vaso o taza de plástico sobre su cuerpo para que no se enfríe. Ten en cuenta que el cuerpo enjabonado del bebé es muy resbaladizo, osea que procura sujetarlo firmemente.
  5. Usa muy poco jabón (ya que puede resecarle la piel) y lávale el cuerpo con tu propia mano o una toallita, rociándolo de arriba abajo y de delante hacia atrás. Lávale el cuero cabelludo con una toallita mojada y enjabonada. Usa una bolita de algodón mojada para limpiarle los ojitos y la cara. Lava normalmente el área genital del bebé, no requiere un lavado más a fondo que el resto. Si en las comisuras de la nariz o los ojos se ha acumulado algún moquito, mójalo varias veces con la punta de una toalla para que se ablande antes de limpiarlo.
  6. Enjuague completamente al bebé.
  7. Envuelve a tu pequeñín en una toalla con capucha y sécalo con suavidad, sin frotarle la piel. Si tiene la piel reseca o un poquito de irritación en la zona del pañal, puedes usar una loción hidratante para bebés.


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