sábado, 14 de diciembre de 2013

Los calambres en el embarazo

Sufrir de calambres en el embarazo es normal; no es algo de lo que la futura mamá tenga que preocuparse. Más allá de esto, los calambres pueden ser muy molestos y es conveniente tomar medidas para mejorar la situación durante la gestación.

Generalmente, los calambres en el embarazo suelen presentarse a partir del segundo trimestre, aunque algunas mujeres empiezan a tenerlos durante el tercer trimestre. Su principal causa es el gran tamaño del vientre, que provoca una sobrecarga en el cuerpo, tanto en los huesos como en los músculos. Los calambres son la manera en que el cuerpo avisa que está trabajando demasiado.

Asimismo, otras causas de los calambres, se relacionan con los cambios que se están dando en el organismo materno, particularmente las carencias de algunas sustancias fundamentales como pueden ser calcio y potasio, o por el contrario exceso de fósforo. En este caso, los calambres se pueden solucionar llevando una dieta más acorde y sana que regule tales sustancias.

Consejos para prevenir los calambres:
  • Lo primero que se debe hacer es consultar al ginecólogo. Él es la persona que más conoce sobre los proceso de gestación, y es quien debería revisar la dieta que llevas para aconsejarte cambios, suplementos, o derivarte al nutricionista.
  • Una medida que ayuda mucho contra los calambres es consumir un vaso de leche por la noche, antes de irse a dormir. Esto se debe a que la leche contiene mucho calcio, lo que ayuda a evitar calambres y hormigueos; también puede sustituirse la leche por un plátano, que tiene potasio y también previene estas molestias musculares.
  • Realizar estiramientos de los músculos. Se recomienda estirar los grandes grupos musculares antes de ir a dormir. De la misma forma, en caso de despertar acalambrada, debe alternarse suavemente el estiramiento y contracción del músculo para que se relaje.
  • En el momento de estar sentada, es mejor evitar la postura de piernas cruzadas, al menos por períodos largos. Esa posición recarga una pierna de peso y hace que se vuelva más propensa a sufrir de calambres.
  • Darse masajes en las pantorrillas y muslos, especialmente antes de acostarse por la noche. Los músculos también pueden aflojarse con el calor, por lo que puede usarse una bolsa térmica tibia en la zona de los calambres para aliviar los músculos. 
  • Es importante, cada vez que se tenga un calambre y luego de que ha desaparecido, dedicar unos minutos a caminar alrededor de la cama para que el calambre no vuelva. Realizar ejercicios como caminar durante el embarazo ayuda a fortalecer los músculos del cuerpo, permitiendo que estén mejor preparados para cargar con el peso del vientre. 
De esta manera, con una correcta alimentación y una buena preparación física los calambres desaparecerán o disminuirán más rápidamente, además de mejorar las condiciones generales de salud y vitalidad del cuerpo materno para estar más preparadas inclusive al momento del parto.

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