lunes, 9 de diciembre de 2013

¡Mi bebé nace en invierno!

Si tu bebé acaba de nacer o nacerá en los próximos meses, debes conocer algunas de las reglas básicas para protegerle de la dureza del clima de este período del año

Vamos a ver alguna de las ventajas e inconvenientes de que tu bebé nazca en invierno.

Cosas que deberías saber

  • En invierno suelen nacer menos niños que en los meses cálidos.
  • Los bebés nacidos en los meses más fríos del año suelen tener niveles más altos de inmunoglobulina E, el anticuerpo que interviene en las reacciones alérgicas y asmáticas.
  • Los bebés nacidos en invierno suelen presentar menor peso al nacer que los nacidos en los meses de verano.
  • Se han observado más casos de muerte súbita del lactante en los bebés nacidos en meses fríos por el exceso de abrigo y ropa con que sus cuidadores les acuestan.

Pero no te preocupes, parece que según lo anterior si tu hijo nace en invierno va a tener más problemas que si nace en verano, pero esto NO ES CIERTO. Las altas temperaturas presentan otra clase de riesgos e incomodidades para los más pequeños. En cualquier caso lo que debe hacerse es aprender a superar estos aparentes problemas.



¿Qué debe tener mi cestita del bebé?

Estas son algunas de las prendas que no deben faltar en la canastilla del bebé que va a vivir sus primeros días de vida en pleno invierno.
  • Un buzo. Los hay con manoplas y con forma de saco, e incluso las piezas desmontables en función de la temperatura. 
  • Saquito para dormir. 
  • Gorrito.
  • Bufanda.
  • Manta de algodón.
  • Bodies de manga larga.
  • Pijamas de manga larga.
  • Camisetas.
  • Patucos.
  • Calcetines.
  • Algún conjuntito de algodón para estar en casa cuando la calefacción esté muy alta.
  • Una capota de plástico para la sillita para la lluvia y el viento.

 ¿Cuando puedo salir de casa?

En invierno nos podemos encontrar con algunos días realmente desapacibles con lluvia, viento, nieve...pero con la protección adecuada no habrá ningún problema para que salgáis a dar un paseíto, que siempre es mejor que quedarse todo el día en casa.

A no ser que las condiciones sean realmente adversas: temperaturas bajo cero, lluvia o viento muy fuertes...nada desaconseja un buen paseo. El frío no es el mayor enemigo del bebé, sino los cambios bruscos y frecuentes de temperatura. Por eso debes vigilar sobre todo las salidas de un lugar cálido a la calle. Evita las primeras y las últimas horas del día, cuando las temperaturas son más bajas. 

¿Qué le pongo?

¿Cuánta ropa me pongo? La eterna pregunta para la cual no existe una única respuesta. Evalúa sobre la marcha las condiciones del día, pero lo normal es que en invierno con un gorro, unas manoplas y un buzo serán suficientes. No olvides la crema protectora para protegerle del sol y del efecto deshidratador el aire. Y al llegar a casa, aunque tengas que despertarle, quítale toda la ropita de abrigo.

La tendencia más habitual es la de abrigar al niño en exceso. Ten en cuenta que un niño a partir de 4 kilos de peso, es capaz de regular su temperatura corporal con normalidad cuando las condiciones ambientales son propicias (temperatura exterior de 20 grados). Otro caso es el de los bebés prematuros y de menos de 4 kilos de peso. Recuerda que por tener menor grasa corporal son más vulnerables al frío, pero también al exceso de calor. 

Un exceso de abrigo puede ser contraproducente.

 ¿Tiene frío o calor?

Sabrás si tiene frío o calor por su estado general. Si está calmado, en reposo, tranquilo o por el contrario se muestra inquieto, y llora, uno de los motivos puede ser un desequilibrio térmico. 

Signos como el color de la piel, el sudor, o ciertas partes del cuerpo frías o calientes, como las manos, pueden conducirnos a un equívoco. Comprueba la temperatura de la nuca y el cuello.

Consejos para que tu bebé esté calentito

  1. Si en casa el ambiente es muy seco debido al efecto de la calefacción, puedes probar con un humidificador. Pero vigila el tiempo de empleo y mantenlo siempre muy limpio para evitar la propagación de hongos y ácaros. Otra solución es colgar recipientes con agua de los radiadores.
  2. A la hora de vestirlo hazlo siempre por partes, para que el bebé no se quede desnudo más de lo necesario.
  3. Coloca su toalla sobre el radiador para que esté calentita cuando le saques del baño (también el pijama). Vigila que no esté demasiado caliente.
  4. Si tu baño es de los heladores, prueba a calentarlo antes de bañar al niño con un radiador o un calefactor.
  5. Uno de los mejores calefactores que existen para proporcionar calor rápido y eficaz al bebé es tu propio cuerpo.


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