jueves, 28 de noviembre de 2013

Consejos para aliviar tensión durante el parto





"¿Estará bien mi hijo?
¿Seré capaz de partirlo?
¿Resistiré bien el dolor?..."



El parto es un momento muy esperado para muchas mujeres que desean con todas sus fuerzas ser futuras mamás, pero también produce muchisimo estrés y es normal sentir miedos y preguntarse si serás capaz de resistir el dolor.


El conseguir relajarte hace que el proceso se convierta en algo mucho más sencillo...




Para muchísimas futuras mamás el parto es una situación desconocida, y es lógico vivirlo con cierta ansiedad. Además, durante el embarazo pasamos por momentos muy intensos de introspección, conocemos partes ocultas de nuestra personalidad...

Como resultado de todo esto, durante el parto se produce la catarsis y después, somos mujeres diferentes por nuestra nueva condición de madres.


Existen muchos métodos que nos pueden relajar en el parto y el otros momentos de estrés. Todos tienen una base fisiológica muy sencilla:
    • Cualquier estímulo que percibamos como placentero hace que liberemos endorfinas endógenas, una sustancia que fabrica el cuerpo y que es capaz de aliviar el dolor y producirnos placer.
    • En los momentos de tensión, miedo, dolor, segregamos adrenalina, que nos prepara para afrontar el peligro y produce agitación.

Si somos capaces de controlar la tensión con un entrenamiento adecuado, podemos detener la secreción de adrenalina y favorecer la de endorfinas.




Relajarse en el parto: con un entrenamiento adecuado, se pueden controlar casi todas las sensaciones negativas. Recursos más utilizados: imaginar que estamos en un lugar placentero, el silencio o sonidos tranquilizadores, la relajación muscular controlada, y la toma de contacto con cada una de las zonas de nuestro propio cuerpo.

La importancia de la respiración: el objetivo es que la embarazada concentre todas sus energías en hacerlo y así el dolor pase a un segundo plano. Durante las contracciones, se utilizan las respiraciones diafragmáticas y torácicas combinadas y, en el expulsivo, la respiración superficial para evitar los pujos en momentos inapropiados.

El contacto físico: especialmente si es con una persona querida, los abrazos y las caricias nos alivian en los momentos de dolor. Son un recurso accesible y barato para confortar a la futura madre siempre que a ella le agrade.

Intenta distraerte: leer, escuchar música, hacer crucigramas, juegos de mesa...

Mejor en movimiento: cambiar de postura con libertad durante el parto. El balanceo de la pelvis no solo alivia el dolor, sino que ayuda a que el bebé baje por el canal del parto.

Un ambiente agradable: en general, el ambiente hospitalario no favorece en absoluto la calma y la tranquilidad necesaria que la mujer necesita. A veces, los profesionales pueden intervenir disminuyendo o eliminando el exceso de estímulos ambientales.

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