Algunas cosas a las que hay que estar atentos:
Temperamento
Si tu bebé parece estar alegre y contento como siempre y se alimenta bien, es probable que no esté muy enfermo. Un bebé con goteo nasal y con una gran sonrisa probablemente no se sienta tan mal como uno que moquea y está soñoliento.Llanto poco común
Si de repente el niño comienza a llorar más de lo habitual y no puedes consolarlo como de costumbre, o si su llanto es apagado o débil o inusualmente agudo, tal vez esté muy enfermo. También puede suceder lo contrario: si parece estar molesto y aunque no llore, se ve más inactivo de lo habitual y te cuesta despertarlo, llama al doctor.
Apetito
El apetito del bebé puede variar día a día. Pero si tiene ganas de comer, debería hacerlo con ímpetu. Es probable que un bebé que se cansa fácilmente de mamar o pierde interés en la lactancia o en la alimentación, esté enfermo. También, si notas que vomita más de lo normal y con mayor esfuerzo, o si el vómito es de color verdoso, podría estar enfermo.Caquitas anormales
Pon mucha atención a sus evacuaciones y fíjate si la diarrea continúa. Asegúrate de que tome mucho líquido o amamante con la misma frecuencia de siempre para que no se deshidrate. Tu niño debería mojar un mínimo de seis pañales por día. Si te parece que está soñoliento y comienza a evacuar heces pequeñas, duras o secas, o si su deposición tiene un poco de sangre o mucosidad, o su consistencia se asemeja a la de la gelatina, llama al doctor.
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