sábado, 21 de diciembre de 2013

Trabajo y embarazo

¿Puedo trabajar hasta el final de mi embarazo?

Si tienes buena salud, llevas un embarazo normal y trabajas en un entorno seguro, puedes trabajar hasta el día del parto o pocos días antes. 

Hacia el final de la gestación quizás te canses más fácilmente, por lo que es recomendable que no te esfuerces mucho. Y tampoco te fuerces a seguir trabajando hasta el último segundo: si puedes permitirte empezar la baja por maternidad una semana o dos antes de la fecha prevista para dar a luz, aprovecha ese tiempo para reposar, prepararte para el nacimiento del bebé y relajarte un poco. 

Revisa también las condiciones de la incapacidad por maternidad en tu país. En algunos países, como México, las leyes requieren que la incapacidad comience algunas semanas antes de la fecha probable de parto



¿Y si tengo un trabajo que exige mucho esfuerzo?

Según qué profesión tengas, quizás te veas obligada a adoptar algunos cambios en tu trabajo mientras dure el embarazo. Algunos estudios muestran que las mujeres que trabajan en ocupaciones que exigen mucho desgaste físico durante el embarazo —levantando cosas pesadas, estando paradas por largos periodos, con horarios irregulares o excesivos, amén de otras variables — tienen más probabilidades de dar a luz prematuramente, tener niños con bajo peso al nacer y desarrollar presión arterial alta durante la gestación. 

Si tienes un trabajo físicamente exigente tendrás que decidir cómo balancearlo con tu estado actual. Lo mejor sería que asumieras una actividad menos dura durante los meses que estás encinta. Por ejemplo, puedes proponer intercambiar funciones con una compañera que desempeñe tareas de escritorio, y que ella haga las labores que exigen caminar o estar parada. 

¿Qué debo hacer si trabajo cerca de sustancias tóxicas?

Si trabajas en un entorno donde puedas entrar en contacto con sustancias peligrosas para la salud reproductiva como el plomo o el mercurio, productos químicos como disolventes, ciertos agentes biológicos, o estás expuesta a radiación, necesitas cambiar de puesto de trabajo, sin ninguna duda, preferiblemente incluso antes de la concepción del bebé. Todos estos elementos son teratógenos, es decir, son agentes susceptibles de causar abortos espontáneos, partos prematuros, malformaciones estructurales congénitas y un desarrollo anormal del bebé y del niño, incluso si entras en contacto con ellos antes del embarazo. 

¿Qué complicaciones me podrían forzar a dejar de trabajar?

Ésta es una lista de las afecciones o factores de riesgo más comunes que pueden obligarte a dejar de trabajar o a reducir tus horario laboral durante el embarazo: 
  • Si corres peligro de tener un parto prematuro. Esto abarca a las mujeres que esperan gemelos o más bebés.
  • Si sufres de presión arterial alta o tienes riesgo de preeclampsia.
  • Si sufres una insuficiencia cervical o tienes un historial de abortos espontáneos cerca del término.
  • Si tu bebé no se está desarrollando correctamente.


¿Qué hago si mi jefe no me apoya?

Algunos jefes son muy comprensivos con las empleadas encintas y hacen todo lo posible por facilitarles el trabajo. Otros tienen menos consideración. Y hay quienes hacen comentarios groseros o se quejan abiertamente de las dificultades que les causan los embarazos de sus empleadas. Pero ninguno tiene derecho a discriminarte por estar embarazada. 

Es posible que en tu país tu jefe no tenga por qué darte más descansos que a los demás ni cambiar tu horario. Si crees que tu jefe es especialmente duro contigo, la decisión de seguir trabajando allí depende de ti y de lo que sea mejor para tu familia y el bebé. 


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