jueves, 19 de diciembre de 2013

Infección por estreptococo B: un riesgo para el recién nacido


El estreptococo grupo B (EGB) es una bacteria que portamos una de cada cuatro mujeres, que pasa de la madre al bebé durante el parto y es la primer causa de infección con riesgo para la vida de los recién nacidos.
Puede que muchas mujeres no sepan que están infectadas porque no tengan ningún síntoma. El germen del estreptococo se aloja en el intestino y/o en la vagina de la mujer y puede ser contagiado al bebé al nacer. Aunque algunos bebés expuestos a la bacteria no sufren ninguna infección, otros pueden desarrollarla durante la primer semana de vida, generalmente dentro de las primeras 24 hs. Incluso, en algunos casos puede aparecer hasta los tres meses de edad.
Es una enfermedad bastante común y benigna en las mujeres embarazadas, sin embargo, puede ser letal para el recién nacido. Por eso, como prevención, el ginecólogo te hará un cultivo vaginal y/o rectal en las últimas semanas de embarazo. Si diera positivo, se trata con antibióticos antes del parto o por vía intravenosa en el momento del parto.
La probabilidad de contagio del bebé es bastante baja (entre 1 y 4 de cada 100). Igualmente, si se sospechara que tu hijo pudiera haber sido infectado, se le harán las pruebas necesarias para detectarlo y tratarlo, ya que puede causar enfermedades muy graves como septicemia, meningitis, neumonía y daños de oído y visión a largo plazo, además de problemas del desarrollo.Actualmente, expertos investigadores están desarrollando una vacuna que aún está en fase de estudio. “Si pudiéramos dar una vacuna para prevenir que las mujeres tengan estreptococo grupo B en la vagina, entonces los bebés no se contagiarían”, afirmó el Dr. Daron Ferris, uno de los propulsores de la vacuna.


¿Cómo adquiere un bebé la infección de EGB?



Los bebés experimentan dos manifestaciones diferentes de la infección de EGB: la infección temprana y la tardía. Los bebés con infección temprana desarrollan síntomas antes de los siete días de edad, generalmente antes de cumplir las seis horas de vida. Aquellos que padecen de infección tardía presentan sus síntomas entre los siete días y los tres meses de edad.
Alrededor del 80% de todas las infecciones de EGB en neonatos es de tipo temprano. Éstas son casi siempre transmitidas de la madre al bebé durante el parto. Las infecciones tardías pueden contraerse en el momento del parto o adquirirse después del nacimiento a través del contacto con otras personas que sean portadoras del EGB.
Cuando una mujer embarazada lleva la bacteria de EGB en la vagina o el recto durante el trabajo de parto y el alumbramiento, existe una probabilidad de 1 en 100 de que su bebé se infecte con el EGB. El riesgo alcanza el 4% cuando la mujer es portadora de la bacteria y desarrolla además ciertos factores de riesgo, como parto prematuro (antes de las 37 semanas de gestación), desgarramiento prematuro de las membranas (antes de las 37 semanas de gestación), desgarramiento prolongado de las membranas (más de 18 horas sin dar a luz al bebé) o fiebre (100,4 ºF [38 ºC] o más) durante el trabajo de parto. Los médicos creen que los bebés se infectan con el EGB cuando la bacteria entra en su cuerpo, por ejemplo cuando ingieren fluidos vaginales que contienen EGB durante el trabajo de parto y el alumbramiento. Entre el 30 y el 70% de los bebés de madres que llevan el EGB en la vagina o el recto nace con la bacteria en la piel, pero la mayoría de ellos no se enferman.




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